Tradicionalmente cuando queremos perder peso nos dedicamos a reducir calorías para que nuestra dieta sea hipocalórica. Intentamos evitar todos los alimentos con alto poder energético y calórico, independientemente de su composición, origen, tipología, etc. Las empresas del sector de la alimentación lo saben y por eso muchas de ellas lanzan sus productos dietéticos, sin azúcar, sugar free, bajo en calorías, o como queramos llamarlo. Pues bien, contar calorías no tiene sentido; sí lo tiene la calidad y no la cantidad.
LAS DIETAS MILAGRO NO EXISTEN
A veces, nos embarcamos en la búsqueda de nuestro peso ideal a través de atajos y caminos un poco “extraños”, dietas milagro que pueden dar ciertos resultados, pero en la mayoría de los casos las personas que siguieron este tipo de dietas volvieron a recuperar su peso inicial, e incluso lo aumentaron debido al llamado efecto rebote. Cuando sometemos al cuerpo a una restricción calórica muy brusca, este reacciona y guarda en su memoria esta situación para guardar reservas de sobra cuando el aporte energético se normalice.
DI NO A LOS AZÚCARES AÑADIDOS, HARINAS REFINADAS Y ALIMENTOS ULTRAPROCESADOS
Aquellas personas que reducen su ingesta de azúcares añadidos, harinas refinadas y alimentos ultraprocesados y los sustituyen por un mayor consumo de frutas, verduras y alimentos sin procesar, consiguien reducir su peso a lo largo de todo un año, sin preocuparse por contar las calorías.
Según esto, lo que prima a la hora de bajar de peso es la calidad de la dieta en sí, no las calorías que aporta la misma. La clave está en dejar de consumir alimentos procesados y ultraprocesados que se fabrican con aceites refinados, azúcares añadidos, harina refinada y otros muchos componentes químicos que hacen que esos alimentos resulten más apetitosos y sean casi imperecederos.
Introducir alimentos más sanos hace que, sin darnos cuenta, reduzcamos el aporte calórico diario. Lo bueno de cambiar nuestros hábitos de alimentación a favor de los productos más naturales y menos procesados es que esa reducción calórica no supone un esfuerzo y la salud general de las personas que hacen la dieta mejora bastante, junto con la pérdida de peso, como ya he dicho.