Las emociones tienen un gran reflejo en el cuerpo, por lo que somos un gran sistema de cuerpos (pránico, radiante, sutil, energético, emocional, mental, físico…etc) y todos están unidos. Nuestra prioridad es alinearnos con lo que somos, lo que deseamos y lo que hacemos.
ME DUELE LA GARGANTA
Mi garganta se cierra por el dolor y la tristeza. Entonces hablaré más alto, más fuerte, con confianza en mi mism@. Mi expresión es importante, al igual que mi propio deseo.
ME DUELE EL PECHO
El pecho a veces duele por desamor, por decepciones. Entonces me abrazo más fuerte y decido aceptarme y amarme cada vez más recordando que soy lo más importante y que estaré hasta el ultimo instante de esta vida conmigo mism@.
ME DUELEN LOS OÍDOS
Si los oídos duelen entonces escucho de mi propia voz los pequeños o grandes logros que tengo, lo mucho que amo y que si resulto incomprendid@ o criticad@ por otras personas escucho la voz de mi alma y vuelvo a mi propia esencia.
ME DUELE EL ESTÓMAGO
Cuando esto sucede, me nutro de las cosas más saludables, busco darme simplemente lo mejor.
ME DUELEN LAS MANOS
Decido y suelto todo aquello que me cuesta sostener. Mis manos deben estar limpias y sin ataduras, recordando que no deseo tener nada la fuerza, confío, suelto y fluyo.
ME DUELEN LAS PIERNAS
Parecen cansadas por el paso de los años. Por ello bailo con alegría jovial y sentimiento de gratitud, sin saber si llevo o no el ritmo. El baile me transforma.
ME DUELEN LAS RODILLAS
Abro mi corazón desde la humildad, la gratitud, la fe y esperanza y entiendo que no puedo controlarlo todo, por lo que suelto ese deseo. Me descontracturo y me permito simplemente ser mi mejor versión.
ME DUELE LA ESPALDA
Mi espalda se cansa. Entonces reposo, descanso, dejo de estresarme, me libero de juicios o criticas de otros y a pesar de los errores, camino rect@ y con la frente en alto.
ME DUELE LOS PIES
Me quedo en calma y me lleno de silencio en donde encontraré cada una de las respuestas mientras que mis pies conectan con la tierra para enraizarse y conectarme con la fuerza y equilibrio que necesito para seguir mi camino.