El tercer ojo es un concepto esotérico relacionado con un ojo invisible justo en medio de la frente, en medio de nuestros ojos.
Según el hinduismo es uno de los 7 Chakras que poseemos, para ser más exacto el sexto chakra y el órgano que está relacionado con el, es la glándula pineal.
Cuando nacemos, esta glándula está intacta, por eso en muchas ocasiones, los niños pequeños son capaces de ver cosas que nosotros no somos capaces de ver. Nacen con el chakra desbloqueado y la glándula pineal en perfectas condiciones.
A medida que los años van pasando estudios confirman que la absorción de flúor, ya sea en pastas dentales, como en alimentos o aguas con alto contenido en flúor, hacen que la glándula se vaya calcificado y nuestra capacidad para percibir o de intuir vaya mermando con el tiempo.
Existen formas de descalificar la glándula pineal y hacer que nuestro chakra se desbloquee.
La meditación y el yoga son una excelente herramienta para poder abrir nuestro tercer ojo y así poder empezar a percibir la energía espiritual.
También existe otro ejercicio que es muy sencillo.
Siéntate en posición de meditación y piensa en la verdad sagrada del chakra » Busco solamente la verdad» repitiéndolo como si fuera un mantra.
A medida que vayamos desarrollando el tercer ojo, podemos empezar a intuir, ver, sentir, escuchar o soñar. Se manifiesta de diferentes maneras está espiritualidad.
El poder del tercer ojo es muy beneficioso, aunque también debéis saber que buscar la verdad, no siempre va a ser de agrado para nosotros. No siempre serán cosas positivas.
Aunque también son situaciones a las que tenemos que enfrentarnos en la vida.
Conseguir la paz espiritual no es fácil, es un camino largo y conlleva mucha paciencia, ya que no se desarrolla de un día para otro, pero es un camino que vale la pena recorrer.