Yo me hago cargo de lo que digo, no de lo que tú entiendes.
Yo me hago cargo de lo que escribo, no de lo que tú lees.
Yo me hago cargo de lo que hago, no de lo que tú percibes.
Yo me hago cargo de lo que soy, no de lo que tú deduces.
Yo me hago cargo de mis emociones, no de tus reacciones.
Yo me responsabilizo de mi vida, por favor, hazte cargo tú de tus proyecciones.