Romper barreras autoimpuestas: La práctica aérea permite experimentar sensaciones de libertad, flotación y creatividad, lo que lleva a cuestionar ideas como «no puedo» o «no soy suficiente».
Redefinir los límites personales: Al lograr posturas desafiantes, se redefine lo que es posible para uno mismo, trasladando esta confianza a otras áreas de la vida.
Trabajo energético: Muchas creencias limitantes están arraigadas en el cuerpo. El yoga aéreo, al liberar tensiones en áreas clave como el corazón (chakra anahata) o el plexo solar (chakra manipura), facilita un cambio profundo en la percepción de uno mismo.